CARACTERÍSTICAS
DE LOS HABITANTES BOYACENSES
En un alto porcentaje, el boyacense vive apegado a la tierra, a la cual ama
profundamente y de la cual subsiste.
Sin embargo, por el gran poder de adaptación, el boyacense se desempeña en
trabajos y medios diferentes. Lo primero se comprueba con el alto índice de
eficiencia de los trabajadores incorporados a industrias extrañas al sector
agropecuario. Lo segundo con la forma como asimila un nuevo ambiente cuando se
ve obligado a salir de su hábitat, empujado por ciertos factores como las
dificultades económicas o simplemente la búsqueda de más halagüeños
horizontes.
CARACTERÍSTICAS PSICO-SOCIALES.
“Lo más
notorio en estas gentes es su exquisita sociabilidad, afabilidad y cortesía,
que siempre encuentran la frase oportuna y gentil para quien los visita, la hospitalidad
para el extranjero, la caridad para el indigente, la generosidad para el amigo;
virtudes que a veces se deforman hacia la hipocresía o el chisme social, muy
naturalmente, pues este último está ligado de alguna manera con la ambición de
ser amenos: cuando no se tiene la suficiente sensibilidad para la distinción oportuna.
El mestizo se cataloga como inteligente, ávido de cultura pero poco
emprendedor, al menos en su medio. Es un tanto egoísta y receloso, muy difícil
de integrarse en labores cooperativas. Se dice que es un político contenido, y
en realidad él gira en torno a la política, fenómeno que puede explicarse por
una de estas dos razones: o por su desmedido afán de honores y popularidad o
por el deficiente desarrollo industrial que convierte a la burocracia en una
industria y a la política en un medio de acceso a la burocracia.
“Poco imaginativos en arte. Más especulativos que creadores en ciencias,
tienden a las profesiones conservadoras: agricultura, política, jurisprudencia,
sacerdocio, burocracia. Pero como todos los colombianos, buscan organizar sus
opiniones en buen orden y bajo la clave de la autoridad legítima”. “Excelentes
camaradas, buenos miembros de familia, ciudadanos bien encauzados en su
democracia, cultos en su expresión y deseosos de mejorar siempre, rinden un
balanceo favorable a la desinteresada interpretación de su personalidad, aunque
sea tan severa como la que acabo de intentar hacerles”.
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